Frase de Michael Crichton

“Pero la idea fundamental era la misma: crear un programa que obligase al computador a actuar emocionalmente, como una persona. (...) Cada uno de los programas podía reaccionar con tres estados diferentes: amor, miedo e indignación, y con tres iniciativas: acercamiento, retirada y ataque. Todo ello, naturalmente, era abstracto en extremo.”

― Michael Crichton

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Pero la idea fundamental era la misma: crear un programa que obligase al computador a actuar emocionalmente, como una persona. (...) Cada uno de los programas podía reaccionar con tres estados diferentes: amor, miedo e indignación, y con tres iniciativas: acercamiento, retirada y ataque. Todo ello, naturalmente, era abstracto en extremo. (Michael Crichton)

Más frases populares de Michael Crichton

“La principal causa de la destrucción del medio ambiente es la pobreza. La gente que muere de hambre no puede preocuparse por la contaminación. Se preocupa por la comida.”

― Michael Crichton

“¿A qué se dedica? -Soy abogado. -Debería haberlo adivinado. Hoy día todo el mundo es abogado. Si extrapolamos el crecimiento estadístico de la profesión jurídica, en el año 2035 todas los habitantes de Estados Unidos serán abogados, incluidos los recién nacidos. Serán abogados natos. ¿Cómo cree que será vivir en una sociedad así?”

― Michael Crichton

“Se me ha pedido hablar sobre cuál considero el mayor reto que tiene que afrontar la humanidad y tengo fundamentalmente una respuesta. El mayor reto que tiene que afrontar la humanidad es el reto de distinguir la realidad de la fantasía, la verdad de la propaganda.”
[Notas: Traducción de Mariano Bas Uribe.]

― Michael Crichton

Todas las frases de Michael Crichton

Michael Crichton

Nacimiento: 23 de Octubre de 1942

Fallecimiento: 4 de Noviembre de 2008 (66 años)

Biografia: Michael Crichton fue un médico, escritor y cineasta estadounidense, considerado el iniciador del estilo narrativo llamado tecno-thriller.

Nacidos en 23 de Octubre

Frase del Día

“Sin una audiencia, sin la presencia de espectadores, estas joyas no alcanzarían la función para la cual fueron creadas. El espectador, por tanto, es el artista final. Su vista, corazón, mente—con una mayor o menor capacidad para entender la intención del creador—da vida a las joyas.”

— Salvador Dalí

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